Yo, yo misma y mi mala fama

Mi foto
Between the lines.
Impulsos embravecidos como la mar, como un león furioso. Como un toro desbocado, ese corazón bañado en lágrimas amargas que ya nunca volverá a latir con el mismo desacompasado compás. Porque cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.

martes, 6 de agosto de 2013

ALL HEARTS WELCOME

Y nos reíamos. Nos reíamos mucho, muchísimo, todos los días, dentro de la cama y fuera, porque también vivíamos juntos fuera de la cama, íbamos al cine, de compras, a dar la vuelta a media tarde sin más propósito que caminar, a tomar copas por las noches en bares de aspecto poco recomendable, tugurios de una ciudad histórica con la música muy alta, las paredes pintadas de negro, una fauna extraña de punkies y modernos en la pista, y alguna esquina oscura y despoblada donde los dos podían besarme a la vez, aplastarse contra mí, dejarse acariciar cada uno por una sola mano hasta que se hacía muy tarde, las cuatro de la mañana, las cinco, y todo el mundo estaba ya tan pasado, tan ciego, que ni siquiera levantaban una ceja cuando salíamos a bailar los tres, para ti, que estás de morros esta nocheDelirio detrás de mí, abrazando mi cintura, que descubres los secretos de tu cuerpoÉxtasis delante, rodeándome el cuello con sus brazos, que sonrojas tu nariz casi queriendo, y yo en medio, moviéndome con los dos, entre los dos, que eres sombra, aprendiz de seductor, al ritmo de esa canción dulce e ingenua, que era tan tonta, y era tan sabia, y era la nuestra. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario